Cuando tenemos un bebé queremos proporcionarle toda la estimulación que podamos para que sean capaces de desarrollar sus habilidades desde el primer momento, pero no siempre tenemos claro qué juguetes son útiles para cada ocasión.

En este post os quiero hablar del que probablemente es uno de los primeros juguetes que tiene un bebé, el sonajero. Los sonajeros sirven para estimular la conciencia auditiva de los bebés estimulándolos de manera afectiva y ayudándolos a desarrollar y mejorar su coordinación mano – ojo y el sentido del tacto. Además, podrán aprender lo que es causa – efecto ya que al mover el sonajero de bebé éste producirá sonido, e incluso sabrá que hay un objeto, aunque esté fuera de su campo de visión, solo con oírlo. El bebé aprenderá a sostener un objeto y llegado el momento se lo meterá en la boca lo que hará que descubra diferentes texturas. 

Pero existen diferentes tipos de sonajeros para bebes que son más aconsejables que otros en función de los meses del bebé, del tamaño de las manos, de si le están saliendo los dientes, etc. Los sonajeros aconsejables cuando al bebé le están saliendo los dientes, que actúan como mordedores para bebés, suelen ser blanditos para que el bebé los pueda morder sin hacerse daño y, por supuesto, hay que mantenerlos siempre limpios ya que se los llevará a la boca. En función de las manos del bebé lo aconsejable es que puedan sostener el sonajero sin que se les caiga así les resultará más fácil moverlos para producir sonidos o jugar con ellos.

También puedes encontrar sonajeros para bebé hechos de diferentes materiales como por ejemplo sonajeros de madera que son muy duraderos y resistentes a las caídas de los bebés, incluso los hay con diferentes mecanismos ya sea para que los sostenga el bebé o para engancharlos en el carrito o la trona. Es aconsejable que sean de colores vivos que llamen la atención del bebé y que tengan cascabeles que suenen cuando el bebé se mueve y el sonido los calme.

Una curiosidad es que existe un tipo de sonajero conocido como “Llamador de Ángeles” que los llevan las mujeres embarazadas. Es como un collar con un pequeño sonajero que se lleva a la altura del vientre y el sonido que produce es armonioso como una campanilla. Con el movimiento de la futura mamá que lo lleva el sonido llega al bebé. Sobre las 20 semanas del embarazo el bebé podrá oír su sonido y relajarse. 

¨Hace muchos años, los humanos vivían en contacto y armonía con sus Ángeles de la Guarda pero por alguna razón desconocida debieron separarse.

Los Ángeles de la Guarda, apenados por la separación, decidieron dar a cada persona un colgante de plataque imitaba el sonido de una campanilla.

De esta forma, siempre que la persona se sintiera sola, triste o en peligro sólo tenía que agitar el colgante para saber que su Ángel de la Guarda estaba ahí para guiarlo.

Pero existía una condición. Cada colgante era exclusivo y tenía un sonido diferente por lo que si se prestaba dejaría de tener efecto para siempre.

Sólo las mujeres embarazadas podían compartirlo con sus bebés mientras duraba el embarazo y una vez finalizado debían decidir si el colgante las protegería a ellas o a su bebé. "

Leyenda Celta